1950 aparecería la primera ala delta, ingenio de un ingeniero aeronáutico de la NASA, Francis Rogallo. Aunque no estaba diseñada para el vuelo libre, sino para recuperar a las naves espaciales en su vuelta a la Tierra, proyecto que no tendría éxito en la NASA.
En 1962 aparecen una serie acróbatas de ski náutico australianos y norteamericanos, que deciden utilizar el ala Rogallo en sus exhibiciones, John Dickenson, Bill Moyes y Bill Bennet.
En los años 70 donde comienza el verdadero auge, popularizándose como el medio más asequible de volar y empieza a extenderse por todo el mundo.
Stuart Soule, uno de aquellos pioneros, emprendió la aventura de volar en la Sierra Nevada madre, al igual que lo hacía en su Sierra Nevada californiana, cuyo nombre procede de la descripción que un sacerdote español hizo en 1776.
Stuart embarcó en Nueva York con un carrito de dos ruedas, en el que llevaba el ala, arnés y todos los enseres necesarios para una vida bohemia. Desembarcó en Lisboa y por el Algarve se dirigió hacia Granada a pie, por la carretera tirando de su carro. No sabemos si en Portugal tuvo algún alumno antes que en España, pero a su paso por Andalucía se detenía en aquellos lugares aptos para el vuelo, despertando la curiosidad de sus habitantes por dondequiera que pasaba. Uno de sus primeros alumnos fue Frans Pannekoek (1937), artista holandés afincado en Véjer (Cádiz) desde 1968, miembro honorario del CV LARCONES y volador en activo hasta el año 2011, (entrevista a Frans en la pestaña aneja a ésta.)
En Sierra Nevada coincidió con miembros del Club Alpino Español, quienes le invitaron a conocer la sierra de Guadarrama. Aquí despegó en distintos lugares como la Bola o Peñalara y en 1975 formó una escuela junto a otro californiano, John Morrison, y al español Rafael Gómez. Eligieron como centro de enseñanza la estación de esquí de La Pinilla (en EEUU y Europa las estaciones de esquí eran lugares “lógicos” para el vuelo y con frecuencia escuelas delta), aunque se desplazaban a impartir los cursos allá donde hubiera condiciones y clientes.
La semilla estaba ya sembrada y numerosos pilotos empezaron a explotar las condiciones de vuelo en toda la geografía española, y a continuar con la enseñanza de, por entonces, la única modalidad de vuelo libre. Algunos de aquella segunda generación de pilotos de la zona centro descubrieron en Arcones un magnífico lugar donde volar, aunque no sabemos exactamente quién fue el primero corrió ladera abajo desde las Berrocosas. En el primer vuelo estaban Stuart, Morrison, Jesús Villa, Mariano Sánchez, "Josele" (J.M. Jiménez Qiñones) y Fede. Otros más contribuyeron inmediatamente abriendo el camino ya iniciado (Carlos Rolandi, Guillermo de la Torre...). También anduvo por allí Miguel de la Cuadra Salcedo, amigo de Morrison, con la intención de hacer un biplaza con Jesús Villa, a lo que éste se negó por exceso de carga.
Pronto se celebraron algunos de los primeros campeonatos de delta en Arcones: años 83, 84 y 85, y empieza a ser conocido en toda Europa su potencial para el vuelo. Algunos años más tarde hacen aparición los primeros parapentes, que rápidamente inundarían las zonas de vuelo por su mayor comodidad de uso. En el año 1991 ocurrieron dos hechos relacionados con ambas disciplinas, de consecuencias completamente diferentes: Guillermo de la Torre fallece al estrellarse con su parapente en La Pinilla después de despegar desde Arcones y batir el récord de distancia de la época, y se celebra el open internacional de delta con las mejores condiciones que se recuerdan, volándose un total de 15.000 km en cinco días y batiéndose varias veces el récord nacional de distancia. Director de aquel evento fue Frans Pannekoek, y vencedor John Pendry.
Mucho han evolucionado las alas desde sus orígenes, tanto en seguridad como
en prestaciones.
Hoy en día con un ala delta se pueden considerar hitos impensables tan solo 20 años atrás. El récord del mundo de distancia está en 700 kms. En España se ha volado más de 400 kms.
En la actualidad Jorge Ibargoyen y sus socios llevan desde 1992 perfeccionando un simulador, la máquina SMAAP, tras desarrollar varios prototipos, se disponen a dar el salto e intentar franquiciarlo junto a su método de aprendizaje.
Hoy en día con un ala delta se pueden considerar hitos impensables tan solo 20 años atrás. El récord del mundo de distancia está en 700 kms. En España se ha volado más de 400 kms.
En la actualidad Jorge Ibargoyen y sus socios llevan desde 1992 perfeccionando un simulador, la máquina SMAAP, tras desarrollar varios prototipos, se disponen a dar el salto e intentar franquiciarlo junto a su método de aprendizaje.