El club Sillas Voladoras engloba a un grupo de amantes del
vuelo que lo único que tienen en común es el hecho de padecer una minusvalía
física. Tras sufrir los impedimentos de la
administración en forma de leyes restrictivas y silencios administrativos, en
lugar de recibir su apoyo para la integración, consiguieron por fin, vencer todos los obstáculos y sacarse el título de piloto de velero.
Sin duda la labor más encomieable del club es haber dado la oportunidad a muchas personas, con algún tipo de lesión física, para acercarse y disfrutar en primera persona del maravilloso mundo del vuelo.
Aunque son muchos los que están formando parte de este maravilloso sueño, convertido en realidad, y que cada uno apoya a su manera, estos nombres de abajo son los afortunados que ya tienen sus <ALAS> para surcar el cielo.
A la espera que su propio avión sea reparado en Alemania donde está sido reparado, vuelan en uno de los dos únicos aviones adaptados que hay en el país. El EC-BUO.
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