miércoles, 11 de enero de 2017

1911 AERÓDROMO DE CUATRO VIENTOS

 

Aeródromo de Cuatro Vientos (LECU): La historia de la navegación aérea

Testigo privilegiado de la historia más reciente de España, en 2011 celebró sus primeros cien años de vida. Porque fue el 11 de enero de 1911 cuando una comisión militar propuso al Ministerio de la Guerra la compra de unos terrenos para instalar una escuela de pilotos y un centro de prueba de aeroplanos, el futuro aeródromo de Cuatro Vientos, el aeropuerto más antiguo de España. Y en el castizo barrio de Carabanchel.

La primera promoción de la escuela de pilotos de Cuatro Vientos no fue muy nutrida. El aeródromo forjaría a cinco intrépidos ases de la aviación: los capitanes Kindelán (que habría de pasar a la historia como el fundador del Ejército del Aire español), Herrera y Arrillaga y los tenientes Barrón y Ortiz de Echagüe.

En 1913, la inicial precariedad de las instalaciones comenzó a enmendarse, y la mayoría de los distintos edificios del campo de vuelo ya estaban listos. 

Habría que esperar unos años más para que se alzara la torre de señales, construida entre 1919 y 1920. El proyecto  fue obra del comandante de la Sección de Ingenieros del Ejército de Tierra Leopoldo Jiménez, que lo presentó en julio de 1919. El 11 de agosto, el rey Alfonso XIII firmó la Real Orden para llevar a cabo esta obra pionera.

Al ser una construcción tan inédita y no haber precedentes en el mundo de un edificio que sirviera para la comunicación de los aeroplanos con los aeródromos, se tomó como referencia la forma de los faros marinos y se levantó siguiendo las pautas de este tipo de torres que servían para el mismo propósito, solo que con los barcos en el mar.

La fabricación se realizó en el taller de Enrique Sierra en el castizo Paseo de las Delicias madrileño, construyéndose por piezas en hormigón armado. Las distintas piezas de forma cónica eran transportadas diez kilómetros en carretas a lomos de mulos hasta el aeródromo y ensambladas allí entre finales de 1919 y junio de 1920.

19 metros y 55 centímetros, 104 peldaños y un presupuesto de 24990 pesetas… esos fueron sus números. En la cúspide de la torre había un aerofaro que hacía de lámpara o pistola de señales aplicando un código de luces para comunicarse de este modo con las aeronaves. De ahí es de donde viene el nombre de torre de señales. Más adelante se popularizará el nombre más conocido y utilizado de torres de control.

La torre de señales de Cuatro Vientos dejó de prestar servicio el 12 de julio de 1982.

De 1918 data el Laboratorio Aerodinámico, cuyo túnel del viento en circuito cerrado sería un modelo para el resto de Europa. En febrero de 1936, Cuatro Vientos empezó a operar como aeropuerto nacional y se convirtió en una alternativa al de Barajas.

De aquí partió la Escuadrilla Elcano que en 1926 se dirigió a Manila. De aquí también partió el vuelo de Fernando Rein Loring a la misma ciudad. Y aquí tuvo lugar el primer vuelo del autogiro de Juande la Cierva.

Durante la Guerra Civil, el aeródromo de Cuatro Vientos sirvió como base al ejército republicano, y a su finalización, mantuvo su estatus como academia para pilotos. 


 El aeródromo conoció una segunda juventud cuando, en 1971, fue abierto al tráfico internacional de pasajeros. No obstante, su hermano ‘menor’ Barajas (que se abrió al tráfico aéreo en abril de 1931) creció tan desaforadamente que Cuatro Vientos nada pudo hacer para resistir su empuje. Su destino no era el transporte de pasajeros.

Cuatro-Vientos es hoy día base de varias escuelas, entre las que se encuentran algunas de las principales academias de vuelo del país, clubes de vuelo o aeronaves privadas. El primer domingo de cada mes (salvo enero y agosto), la Fundación Infante de Orleans organiza una exhibición en vuelo de aviones antiguos de su museo.


 




 



 

https://www.lugaresconhistoria.com/aerodromo-de-cuatro-vientos-madrid

  https://ejercitodelaire.defensa.gob.es/EA/ejercitodelaire/es/culturaaeronautica/Rincon-del-Aviador/#

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