Los pilotaban los capitanes Martínez Esteve, Loriga yEduardo González-Gallarza, que llevaban como mecánicos a Calvo, Pérez y
Arozamena.
Se acogió al nombre glorioso de: Patrulla Elcano.
En la etapa El Cairo-Bagdad, el avión de Martínez Esteve,
sufrió una avería en el motor y se vio obligado a aterrizar en el desierto, en
el que permanecería cinco angustiosos días antes de ser descubierto y salvado
el piloto por un avión de la RAF, que al día siguiente rescataría también a su
mecánico, el cabo Calvo.
Loriga y Gallarza continuaron su vuelo y el 24 de abril
llegaban al aeródromo de Bien Hoa, a 25 kilómetros de Raigón, después de haber
mantenido un magnifico promedio de 1.162, 5 kilómetros por jornada de vuelo y
cerca de 700 kilómetros por día de calendario, sobre un recorrido muy cercano a
los 14.000.
El corto tramo Saigon-Vink-Hanio-Macao, de sólo 2.100
kilómetros, fue el que mas amargura ocasionó a los expedicionarios, que
sufrieron una serie de averías producidas por una nube de mosquitos. Otros
incidentes retrasaron su marcha, sobresaliendo el que el día 1 de mayo sufrió
Loriga, obligado a tomar tierra en Tien Pack, en la costa meridional de China,
donde su avión quedó averiado. Como se acercaba la estación de los monzones y
era preciso continuar inmediatamente, no esperaron la llegada del motor de
repuesto que se necesitaba para poner nuevamente en vuelo el avión de Loriga y
decidieron seguir a Filipinas en un solo avión, en el que volarían los dos
capitanes, dejando a sus mecánicos en tierra.
Gallarza, llevando a Loriga como observador, voló el día
11 desde Macao a Aparri, en la isla de Luzón, y de allí continuó Manila, donde
aterrizó el día 13 en medio de una multitud que los aclamaba.
El avión había realizado el vuelo en 18 etapas y 16
jornadas, a lo largo de 39 días, cubriendo en 106 horas y 15 minutos de vuelo
los 17.000 kilómetros de recorrido.
La Escuadrilla 'Elcano"
En 1924
se programaron 3 viajes a antiguas colonias españolas ante el auge de los
grandes raids. Los viajes tenían como destino Manila, Guinea y Sudamérica. Pero la
guerra del Ifni y el desembarco de
Alhucemas concentraron todos los esfuerzos de la aviación española y los
vuelos no pudieron realizarse hasta el año 1926. En principio se programó
el vuelo (Madrid-Manila, la llamada
escuadrilla Elcano) con dos aviones Breguet XIX. La travesía
se dividió en 20 etapas (30 días).
Los Breguet
eran unos monomotores biplano
y biplaza, con una carga
útil de unos 220 kg. Estos incluían víveres para 5 días, armamento para
defenderse, herramientas para los arreglos y repuestos varios (ropa y calzado).
Se equiparon los aviones con motores Lorraine de 450 CV,
distribuidos en 12 cilindros en forma de W. Los cuatro depósitos eran de 900 l.
más que suficiente para afrontar las etapas mas duras. Preocupaba la
resistencia de los motores, por lo que se compraron otros dos que fueron
enviados a Calcuta en previsión de fallos. El presupuesto total fue de 94.000 pesetas. El vuelo no era
cosa sencilla, de los anteriores 30 intentos, solo 12 habían tenido éxito. Uno
de los grandes problemas era la meteorología, por lo
que se estableció la salida entre el 25 de marzo y el 15 de abril, para evitar
estaciones extremas y los monzones asiáticos. Hubo mucho tiempo de preparación
del vuelo, y al final (tras cambios) fueron 3 aviones, con 3 aviadores y 3
mecánicos. Los aviadores eran González
Gallarza, Loriga y Martínez
Esteve, y sus mecánicos Pérez, Calvo y Arozamena.
Se dividió el viaje en 4 etapas principales: Madrid-El Cairo: Sin muchas
complicaciones por el conocimiento del terreno marroquí. El Cairo-Karachi: Gran dificultad por
ser sobre desierto Karachi-Saigon: Difícil por la
peculiar costa asiática Saigon-Manila: Lo más difícil sería
el estado de las aeronaves
Trayecto de la escuadrilla Elcano
Finalmente salen el 5 de abril de 1926 a las 8 de la mañana desde
Cuatro Vientos (Madrid). Ya en la segunda
etapa Gallarza
sufre una fuga en el motor, lo que hace que tenga que parar en Túnez en lugar de Trípoli. Al día siguiente,
mientras Esteve y Loriga llegaban a Bengasi él llegó a Trípoli bajo una gran
tormenta. El día 8 de
abril Esteve y Loriga llegaron a El Cairo, pero Gallarza,
que ensayo una línea recta en lugar de la quebrada que habían hecho sus
compañeros, paró en Bengasi.
Al día siguiente se juntaron en El Cairo, y el previsto día
de descanso se convirtió en dos para Esteve y Loriga. Ya habían completado
4.500 km.
El 11
de abril les tocó la etapa más complicada de todo el raid, muy larga y
sobre el desierto, con la única guía visual de los aeródromos ingleses que
protegían el correo El Cairo-Bagdad. En dicho tramo Loriga no sufrió ningún
percance, pero ya desde el principio Gallarza
tuvo problemas, pero pudo recuperarse al llegar a Ammán. A Martínez
Esteve le explotó un neumático en vuelo, el motor se paró y tuvo que
planear hasta tocar tierra en pleno desierto. Descubrió que había una grieta en
la zona de un remache y que perdía combustible. Él y su mecánico, Calvo,
tardaron 5 días en ser descubiertos por la RAF, y luego se les
denegó el permiso para continuar.
Mientras, Loriga,
que no había podido seguir la línea de aeródromos ingleses,
llegó a Bagdad esa misma
noche, y a las pocas horas llegó también Gallarza.
Ambos se detuvieron en Bagdad
en espera de Esteve, y
viendo que no llegaba partieron el día 13. Se aprovisionaron en Irán, y ese día acumularon 1500
km. más.
Avión Breguet XIX
La etapa entre Bender
Abbas y Karachi fue
positiva porque recibieron la noticia de que había sido localizado el avión de Esteve. Como mantenían un
buen promedio, se permitieron un descanso el día 15 en Karachi. El 16 salieron
camino de Agra, donde
pudieron visitar al día siguiente el mausoleo Taj-Majal. En la etapa
entre Agra y Calcuta aparecen grietas en
los revestimientos,
sin mayores consecuencias.
La etapa Calcuta-Rangún la realizaron a través
del golfo de Bengala,
y al día siguiente llegaron a Bangkok,
donde entregaron una carta del rey Alfonso XIII para rey
de Siam( Prajadhipok). Estuvieron
un par de días haciendo turismo por Bangkok. Su siguiente etapa
fue alterada de ruta, debido a la escarpada costa asiática, y se introdujeron
por Pnom-Penh,
capital de Camboya, hasta
llegar a Saigon, en Vietnam. Se habían realizado
3/4 del camino en 20 días.
Al salir de Saigon, una nube de mosquitos
obturó el motor y tuvieron que regresar. El 26 Loriga no puede seguir a Gallarza,
que llega a Vink y carga 100
l. de gasolina, siguiendo y logrando 10 horas y media de vuelo prácticamente
seguidas. El día 27 Loriga
consigue llegar a Hanoi,
donde se encuentran y permanecen 3 días por una infección bucal de Arozamena.
Al reanudar el viaje, el 1
de mayo, Loriga tiene
que tomar tierra en Tien
Pack por un fallo en el circuito de agua, y Gallarza
toma tierra de forma brusca en Macao,
chocando contra unos árboles. Se doblo el montante y se abollo parte
del fuselaje izquierdo.
Los portugueses les ofrecieron mecánicos, y el día 4 llegaron Loriga y Pérez. El día 5 el
avión estaba reparado, pero sólo contaban con el de Gallarza,
ya que el de Loriga estaba
averiado, y no se podía reparar por la proximidad de la época de tifones. Se pidió permiso
para volar directamente a Luzón
en el avión de Gallarza
dejando en tierra a los mecánicos. El permiso fue concedido, y durante la
travesía marina fueron escoltados por barcos franceses y portugueses.
Así, el 11 de mayo llegan a la
isla de Luzón, al pueblo de
Aparri, donde son
recibidos como héroes. La última etapa fue un paseo triunfal e incluso una
escuadrilla americana salió a recibirles. A las 11 y veinte llegaron a Manila. Esperaron a
Arozamena, que llego el 16. Tardaron 35 días en volver, 4 menos que en ir.
Antes de cada etapa, trazaban y confirmaban el itinerario, solicitaban las
autorizaciones, estudiaban el clima y los aeródromos alternativos... tenían
mucho trabajo.
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